La semana pasada ya os di alguna pista de lo que os voy a contar hoy. Bueno, bueno, estoy… muy emocionado!! Porque pensaba que existían sólo en las películas, pero no, he visto robots en el espacio Bulevita del Centro Comercial (o como lo llamo yo «mi laboratorio secreto»). Y no sólo los he visto, los he podido tocar… Y no sólo tocar, ¡¡he hecho uno con mis propios manos!!
¿No me creéis? Os digo la verdad verdadera. Este día «de compras con mamá» lo voy a recordar para siempre. Ver cómo se construye un robot con tus propios ojos y poder participar en esto… ¡Qué emoción!
Y yo que no tenía ningunas ganas de ir con mis padres a hacer la compra. Casi había olvidado que me esperaba mi amiga Bulevita y otros pequeños genios en mi laboratorio secreto. Pero lo importante: he venido, he visto nacer un robot, he podido jugar y hablar con él y, además, lo he pasado súper bien con otros pequeños científicos.
La próxima vez os contaré una cosa muy curiosa que descubrí… Vale, os dejo una pista. Descubrí los efectos ópticos… ya… ¡No puedo hablar más, porque la ciencia me espera! ¡Ciao!