Llegamos puntuales y con un montón de consultas y fichas sobre AMÉRICA, porque ese fin de semana, me iba a AMÉRICA con mis amigos y con Bulevita!! Por cierto, tenía razón, íbamos a ver la Estatua de la Libertad, que está en New York… Bueno, por algo ella es la profe, no?
Recorreríamos el continente entero, de arriba a abajo, desde Estados Unidos hasta Brasil!
“Kike, sabías que Neil Armstrong era de EEUU y fue el primer hombre que pisó la luna?” Yo ya lo sabía, porque … ya lo había leído la semana anterior …
“Bulevita me ha dicho que hoy haremos nuestra propia huella, como si fuéramos a la luna”, me comentó Kike. Creo que esto empezaba a gustarle …
Hablamos después de los Incas, de los Mayas y de los Aztecas y unas interesantísimas historias sobre las constelaciones; creamos nuestro nombre en el lenguaje “quipú” de los Incas …y lo pasamos en grande! De lo del nombre en quipú tengo sólo un leve recuerdo. Seguro que mi madre guarda la ficha…
Y cuando llegamos a Argentina, echamos un partidazo, con camisetas y la bandera de la Selección Argentina … fue genial, aunque lo mío realmente nunca fue el fútbol!! Menuda portería de cartón hicimos más chula!! Ésa, sí que la guardo yo.
Y además, aquél día era en cumple de una niña, muy mona por cierto, y trajo chuches y serpentinas. Y le cantamos el cumpleaños feliz… mejor dicho, “Happy Birthday to you”, que estábamos en América…
Después del cumple, a casita, a cenar y a recordar todo nuestro viaje por el nuevo continente, el partido de fútbol con la selección Argentina y la visita a la Estatua de la Libertad…
“Me voy a dormir, mamá. Bulevita nos ha dicho que el próximo fin de semana nos vamos a ASIA y OCEANÍA. Tú sabes dónde está eso?”
Y me fui a dormir, con mis fichas sobre Oceanía y Asia, que había cogido de un cuento de mi hermana, escondidas bajo el pijama, dispuesto a leer un rato antes de dormir.
“Edu, a dormir, por favor. Qué es eso que se te ve debajo del pijama?”
“El pijama, mamá… el pijama. Buenas noches mamá. Me voy a dormir”
Y cuando a la cama llegué, mamá me había dejado la linterna debajo de las sábanas… ¡Qué lista! Si no, ¿cómo iba a leer?”